mercredi 19 mai 2021

El Aguador الكراب



A principios de los años cincuenta, el soco chico de Larache vibraba con una vida sencilla y auténtica. En medio de la multitud aparece el aguador, el hombre que deambula por los callejones para saciar la sed de muy poco dinero. Lleva una pesada vasija sobre su hombro y tiene una gran compasión en su corazón. Camina entre la gente con una leve sonrisa y un rostro brillante de generosidad.
Se ven los rostros cansados ​​que lo miran, con los ojos llenos de sed y esperanza, por eso se acerca suavemente a ellos para ofrecerles agua con las manos agrietadas por los días de penuria. No le importa el pequeño salario; Su obra va más allá del valor material; es un símbolo de entrega renovada en el corazón de la ciudad.
Aquí, entre el peso de la tinaja y el calor del día, este hombre nos enseña una profunda lección de humanidad. Aprendemos sobre el significado del sacrificio y cómo dar puede ser riqueza en sí mismo, incluso si el retorno es pequeño.

في بداية الخمسينات، كان السوق الصغير في العرائش ينبض بحياة بسيطة وأصيلة. في وسط الزحام، يظهر حامل الماء، ذلك الرجل الذي يجوب الأزقة ليُروي العطشى مقابل القليل جداً من المال. يحمل على كتفه جرة ثقيلة، وفي قلبه رحمة كبيرة، يسير بين الناس بابتسامة خفيفة ووجه مشرق بالكرم.
ترى الوجوه المتعبة تراقبه، أعينهم مليئة بالعطش والأمل، فيقترب منهم برفق ليقدم لهم الماء بيدين مشققتين من عناء الأيام. لا يهمه ضآلة الأجر؛ فعمله يتجاوز القيمة المادية، إنه رمز للعطاء المتجدد في قلب المدينة.
هنا، بين ثقل الجرة وسخونة النهار، يعلّمنا هذا الرجل درساً عميقاً في الإنسانية. يُسقينا معنى التضحية، وكيف يمكن للعطاء أن يكون ثروة بحد ذاته، حتى وإن كان المقابل قليلاً.


 

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire