lundi 28 octobre 2024

Crónicas desde la Puerta de la Kasbah


En esta imagen que data de principios del siglo XX, la puerta de la Kasbah se erige orgullosa ante el tiempo, como si contara con orgullo la historia de la antigua ciudad de Larache. Detrás de esta puerta, se esconden los secretos de la ciudad y se suceden las historias de generaciones que recorrieron estos callejones con sus esperanzas y sueños.

Las personas en esta plaza se mueven en silencio, como si bailaran al ritmo de un compás oculto entre las sombras del pasado y la luz del presente. Aquí, en esta plaza, no se escucha más que el sonido de sus pasos sobre las piedras y las voces entrecortadas de una conversación entre un vendedor y otro, o el eco del movimiento de un burro que lleva madera con calma y paciencia. El burro, en su día, era un medio de vida, cargando sobre su lomo las cargas de la gente y dando pasos lentos pero firmes, al igual que los pasos de la ciudad hacia el cambio.

Esa antigua puerta parece un guardián fiel de los secretos de la ciudad, que te habla cuando la miras sobre historias que pasaron por aquí; sobre comerciantes que venían de lejos, sobre ancianos que se sentaban en las esquinas tejiendo cuentos del tiempo, y sobre niños que corrían alguna vez, con sus risas llenando el aire.

El "Hotel Oriental" grabado en una de las paredes narra una época que fue testigo del encuentro de diferentes culturas y de una vida social llena de rostros diversos y de acentos distintos. Es la ciudad que acoge a todos sin distinción, como una madre bondadosa que abre sus brazos para todos los que pasaron por aquí.

Tal vez las paredes se hayan desgastado y su color se haya desvanecido, pero el espíritu antiguo no ha cambiado; aún habita en los rincones y en las callejuelas estrechas, aún conserva la fragancia del pasado y su belleza oculta. Y mientras caminas por esta plaza, sientes que caminas entre los recuerdos de una ciudad, entre almas que nunca dejaron el lugar, y entre latidos que te dicen que este lugar fue alguna vez un corazón que latía con vida.

Es la vieja Larache, cuyos portones no cayeron ante el tiempo y cuya voz no se apagó a pesar del cambio de los días, siempre presente en la memoria del lugar y en el corazón de todos los que amaron esta tierra.


في هذه الصورة التي تعود لبداية القرن العشرين، تقف بوابة القصر (القصبة) شامخة أمام الزمن، وكأنها تروي بفخر حكاية مدينة العرائش العتيقة. خلف هذه البوابة، تتوارى أسرار المدينة، وتتعاقب قصص الأجيال التي عبرت هذه الأزقة بآمالها وأحلامها.

الناس في هذه الساحة يمضون في هدوء، كأنهم يرقصون على إيقاع خفيّ بين ظلال الماضي وضوء الحاضر. هنا في هذه الساحة، لا تسمع سوى وقع خطواتهم فوق الحجارة، وأصوات حديثٍ متقطع بين بائع وآخر، أو صدى حركة حمارٍ يحمل الأخشاب بهدوء وصبر. الحمار كان يومًا وسيلة العيش، يحمل فوق ظهره أعباء الناس، ويخطو خطوات بطيئة ولكنها ثابتة، كما كانت خطوات المدينة نحو التغيير.

تلك البوابة العتيقة، تبدو وكأنها حارس أمين على أسرار المدينة، تُخبرك حين تنظر إليها عن حكايات مرت من هنا؛ عن تجار قادمين من البعيد، وعن شيوخ يجلسون في الزوايا يحيكون حكايات الزمن، وعن أطفال ركضوا ذات يوم وضحكاتهم تملأ الهواء.

"الفندق الشرقي" المنقوش على أحد الجدران يحكي عن حقبة شهدت التقاء ثقافات مختلفة، وحياة اجتماعية كانت تموج بوجوه متعددة ولهجات شتى. إنها المدينة التي تحتضن الجميع دون تفرقة، كأم رحيمة تفتح ذراعيها لكل من مر من هنا.

ربما تآكلت الجدران وبهت لونها، لكن الروح القديمة لم تتغير، ما زالت تسكن الزوايا والطرق الضيقة، ما زالت تحتفظ بعبق الماضي وجماله الخفي. وأنت تمضي في هذه الساحة، تشعر وكأنك تسير بين ذكريات مدينة، بين أرواح لم تفارق المكان، وبين نبضات تنبئك بأن هذا المكان كان يومًا قلبًا ينبض بالحياة.

إنها العرائش القديمة، التي لم تسقط بواباتها أمام الزمن، ولم يخفت صوتها رغم تغير الأيام، تظل دائمًا حاضرة في ذاكرة المكان وفي قلب كل من عشق هذا التراب. 

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire