في بداية القرن العشرين، شهدت مدينة العرائش مشهداً حافلاً بالحركة في "سوق الفحم" الذي كان يقع أمام "الگروبو إسكولار" المعروف الآن بمدرسة الإمام مالك.
في تلك الحقبة، كان الفحم يُعتبر من أهم الموارد الحيوية للحياة اليومية والاقتصاد المحلي. فقد كان يستخدم كوقود أساسي للطهي والتدفئة، إذ لم تكن الكهرباء والغاز متوفرين بالشكل الذي نعرفه اليوم. كانت الأسر تعتمد على الفحم لإعداد وجباتها وتدفئة منازلها في الليالي الباردة، فيما اعتمدت بعض الحرف والورش كذلك على الفحم في عملياتها. لذلك، كان سوق الفحم يعج بالنشاط ويجمع بين التجار والمزارعين والعمال، وأصبح جزءاً لا يتجزأ من حياة الناس. كان هذا السوق شاهداً على الترابط الاجتماعي والاقتصادي الذي خلقه الفحم، ورمزاً لحقبة كان فيها الاعتماد على هذا المورد يُشكّل صلب الحياة اليومية ويجمع أفراد المجتمع حول مشقة العمل وأمل المستقبل.
هنا كان يتجمع الرجال والنساء، شباباً وشيباً، يكدحون بجدٍّ بين أكوام الفحم وأصوات الأمواج التي تصطدم بالشاطئ القريب، يسعون لكسب قوت يومهم في هدوء الصباح وسكون المساء.
A principios del siglo XX, la ciudad de Larache fue testigo de un escenario lleno de actividad en el “Mercado del Carbón”, que estaba situado frente al “Gropo Escolar”, hoy conocido como Colegio Imam Malik.
En esa época, el carbón se consideraba un recurso vital para la vida diaria y la economía local. Se utilizaba como combustible principal para cocinar y calentarse, ya que la electricidad y el gas no estaban disponibles en la forma que conocemos hoy. Las familias dependían del carbón para preparar sus comidas y calentar sus hogares en las noches frías, mientras que algunas artesanías y talleres también dependían del carbón para sus operaciones. Por lo tanto, el mercado del carbón estaba lleno de actividad, reuniendo a comerciantes, agricultores y trabajadores, y se convirtió en una parte integral de la vida de las personas. Este mercado fue un testimonio de la interconexión social y económica que creó el carbón y un símbolo de una era en la que la dependencia de este recurso era el núcleo de la vida diaria y unía a los miembros de la comunidad en torno a las dificultades del trabajo y la esperanza del futuro.
Aquí hombres y mujeres, jóvenes y viejos, se reunían diligentemente entre los montones de carbón y el sonido de las olas rompiendo en la costa cercana, buscando ganarse la vida en la calma de la mañana y la quietud de la tarde.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire