La ciudad de Lixus aparece mencionada en la mayoría de los textos grecolatinos que hablan de Marruecos en la Antigüedad si bien con informaciones muy escasas, repetitivas y a veces confusas que citan el nombre de la ciudad, su situación geográfica y el río homónimo. El geógrafo conocido como Pseudo- Scylax (s. VI a.C.) califica Lixos de ciudad fenicia y habla de otra ciudad autóctona en la orilla opuesta del río. El famoso explorador cartaginés Hannón (s. V o
s. IV a.C.) señala en su Periplo que, habiendo encontrado lixitas nómadas con sus rebaños en las orillas del río Lixos, los tomó como intérpretes porque hablaban el púnico y la lengua local. Estrabón (final del s. I a.C.) dice que el comercio del litoral atlántico del norte de la antigua Mauritania estaba centralizado en Lixus. Pero el testimonio más importante y más detallado es el de Plinio el Viejo (murió en el 79 d.C.) quien alude a una isla en la desembocadura del río en la que había un altar o templo dedicado a Hércules -eqivalente al dios fenicio Melqart supuestamente construido en el s. XII a.C., anterior, por tanto, al de Gadir (Cádiz). Con un cierto escepticismo relata después las leyendas de los Trabajos de Hércules contra el gigante Anteo, cuyo palacio sitúa en Lixus, así como la expedicion del héroe al Jardín de las Hespérides para coger las manzanas de oro, vigiladas por un dragón que el antiguo naturalista romano ve reflejado en los meandros del río, previos a su desembocadura en el Océano.
arqueólogos, pertenecientes a la Universidad de Valencia en Lixus
Lixus es una fundación fenicia, pero Lixus/Lixos, topónimo e hidrónimo, no son vocablos semitas sino líbicos, como la mayoría de los topónimos antiguos de Marruecos, que todavía no tienen una traducción aceptable. En las monedas acuñadas por las autoridades de la ciudad, aparece en púnico LKS, y en latín, LIX o bien LIXS. Las primeras excavaciones arqueológicas El viajero alemán H. Barth visitó en 1845 la colina llamada Tchoummich e identificó por primera vez la ciudad antigua de Lixus. Al final del mismo siglo, el cónsul francés Ch. Tissot confirmó sus observaciones e intentó localizar la isla y el Jardín de las Hespérides citados por Plinio. Después, H. de la Martinière, arqueólogo francés, inicio actuaciones en el yacimiento y descubrió la primera inscripción en lengua púnica, una copia de la cual fue enviada al Museo del Louvre.
T. Cuevas, vice-cónsul español en Larache en 1895, dio también noticias del yacimiento.C. L. de Montalbán, arqueólogo español, emprendió extensas exploraciones en el yacimiento en 1923, descubriendo algunos edificios monumentales, ciertas tumbas y las fábricas de salazón. A partir de 1947 M. Tarradell desarrolló las primeras excavaciones estratigráficas, proseguidas entre 1958 y 1964 en colaboración con el francés M. Ponsich. A ellas se debe el conocimiento científico de la evolución del yacimiento y de muchos de sus edificios antiguos. Los hallazgos de esas excavaciones se encuentran en los Museos de Tetuán, Tánger y Larache, con algunas de las piezas más selectas en la ‘sala de los bronces’ del Museo de Rabat.LIXUS, ESCENARIO DE SUCESIVAS CULTURAS
La ciudad fenicia
Las fuentes clásicas otorgan a Lixus el privilegio de ser la primera fundación fenicia en el Extremo Occidente si bien los niveles arqueológicos más antiguos, identificados por las recientes excavaciones del INSAP en colaboración con la Universidad de Valencia, dan fechas radiocarbónicas y cerámicas del s. VIII a.C., coetáneas de las colonias de la orilla septentrional del Estrecho.
Le colina del Tchoummich, entre mar y tierra, reúne condiciones idóneas para los navegantes fenicios, cuya economía se basaba en la explotación del mar, pero los datos disponibles para conocer su primera etapa son limitados. La superficie ocupada superaba las 10 Ha, había un sector artesanal en la ladera, con casas de varias habitaciones de cimientos de piedra y paredes de adobe, mientras que la cima estaba ocupada por edificios de potentes muros, sin una atribución todavía bien definida. Las cerámicas, a mano y a torno (engobe rojo, cerámicas grises, claras, pintadas y ánforas de transporte), indican estrechas relaciones con el litoral andaluz ya que desde el puerto de Lixus salían hacia el Mediterráneo, además de alimentos, pieles de animales, madera de tuya, elefantes para los ejércitos, marfil, plumas y huevos de avestruz, materias con las que la sociedad de cultura orientalizante
fabricaba objetos de lujo como los que se encuentran habitualmente en las tumbas importantes. Hay vajilla de bronce de Chipre, exponente de un nivel económico
destacado.
Como otros muchos centros fenicios de Occidente, Lixus experimentó una crisis a finales del siglo VI a.C. debido, en parte, a la reorganización del poblamiento colonial después de la caída de Tiro (Líbano) (538 a.C.), metrópolis de donde eran originarios sus fundadores.
La ciudad púnica
Tras la primera época colonial y hasta el siglo IV a.C. tiene lugar una fase cultural que denominamos púnica (de phoeniké, fenicio en griego) para designar la continuidad de la tradición fenicia en Occidente, con datos arqueológicos todavía escasos en Lixus, pese a los vestigios aportados por las últimas actuaciones ; destacan algunas tumbas de la necrópolis de Raqqada, al noroeste de Lixus. Estos datos demuestran la continuidad del lugar en su papel de puerto de entrada y redistribución comercial de una amplia serie de bienes procedentes de todo el Mediterráneo, desde Atenas a Marsella pasando por Cerdeña, siendo extraordinarias las vajillas y piezas de mobiliario de bronce de alto precio estudiadas por C. Boube-Piccot.
En esa época la ciudad empezó a gestionar industrialmente los recursos marítimos, como se deduce de la tipología de algunas ánforas especialmente fabricadas para envasar y transportar atún y otros derivados de la pesca cuya difusión llega hasta Corinto y Olimpia, en Grecia.
La ciudad mauritana
Bajo los monarcas que reinaron sobre Mauritania Occidental durante los siglos II y I a.C., Lixus conoció un extraordinario desarrollo urbanístico. La muralla occidental y los monumentos adyacentes a la misma indican que la ciudad fue reconstruida según un proyecto de tipología helenística, todavía sin excavar en su totalidad, que comprendía edificios civiles y religiosos así como cisternas para el suministro de agua. A esta fase corresponden asimismo las casas de varias alturas escalonadas a lo largo de la ladera sur, de más de cinco habitaciones en planta, con semisótanos y patios enlosados a cielo abierto, exepcionalmente bien documentadas aquí en comparación con otros yacimientos de Marruecos, testimonio, por otra parte, de un considerable aumento demográfico. Extramuros, en las vertientes este y oeste de la ciudad, se encuentran
las necrópolis. En esta época era habitual la llegada de vinos, cerámicas y monedas romanas a
Lixus, a la vez que ánforas conteniendo salazones de los talleres del norte de Marruecos circulan por el Mediterráneo y por la costa atlántica de la Península Ibérica. Probablemente las fábricas de salazón ampliaron entonces su capacidad.
El púnico era la lengua oficial y como tal consta en las monedas de la ciudad, acuñadas en bronce, en cuyos reversos aparecen, entre otros motivos, racimos de uva, espigas y atunes, como exponente de los recursos del lugar, además del emblemático altar.
Los anversos con cabeza masculina tocada con un gorro cónico son los más comunes. Algunas estelas epigráficas contienen, sin embargo, textos inscritos en púnico y en libio, que refuerzan la tesis de la pluralidad étnica propia de Lixus.
Cuando Augusto dejó el Reino de Mauritania, con capital en Iol-Caesarea (Cherchel, en Argelia), en manos de Juba II (25 a.C.-23 d.C.), la parte monumental de Lixus adquirió su extensión definitiva mediante una intervención que transformó los monumentos precedentes. Todo el sector occidental quedó unificado por un criptopórtico con columnata central, visible desde el mar, detrás del cual salones, jardines con grandes exedras y pórticos orientados hacia el sur se adosan a una batería de tres edificios rectangulares preexistentes que abren hacia el este, en la parte oriental del conjunto y, tal vez, son de carácter religioso.
Es muy probable que semejante crecimiento esté relacionado con la expedición que condujo a Juba II hasta las Islas Afortunadas (islas Canarias), de enorme trascendencia para la ampliación de la navegación regular por el Africa atlántica, tal y como constata un pasaje transmitido por Plinio. La tradición portuaria de Lixus y su localización pudieron contribuir a su participación en tan prestigioso proyecto.
La ciudad romana
Ptolomeo de Mauritania, hijo de Juba II y de su primera esposa Cleopatra Selene, fue asesinado hacia el 40 d.C. por orden del emperador Calígula. Falto de sucesión dinástica, el Reino de Mauritania vio en ese trance agotada su historia y pasó a convertirse en la provincia romana de Mauritania Tingitana (42-43 d.C.), con capital en Tingis (Tánger), una vez sofocados ciertos
levantamientos opuestos a la nueva administración, visibles en niveles de destrucción de varias ciudades, como Lixus, y en el abandono de otras, como Tamuda, junto a Tetuán.
El emperador Claudio (42-54 d.C.) promovió decididamente la ruta atlántica y concedió el estatuto de colonia romana a varios de sus puertos, entre los que se cuenta Lixus. Su reinado coincide con la época de mayor difusión comercial de los alimentos a base de atún del Estrecho, en algunas de cuyas ánforas aparece escrito el nombre de Lixus. También coincide con el auge del consumo de productos a base de uvas fabricados en Andalucía y en Marruecos que viajan a lo largo de la vertiente atlántica, rumbo a las legiones destacadas en Britania, pues los movimientos de tropas provocaban en la Antigüedad considerables operaciones de intendencia .
La bonanza económica se corresponde con una ampliación y mejora del urbanismo de la ciudad, con la construcción de un acueducto así como de las termas llamadas del anfiteatro, con el mosaico representando al Océano, el ninfeo y el edificio de cabecera absidada, sólo parcialmente documentados, como principales exponentes.
Las grandes casas con peristilo, desde la cima de la colina hasta las orillas de la laguna, decoradas con frescos y mosaicos, muestran el índice de riqueza de la población de Lixus, que creció hasta alcanzar una extensión de 60 ha.
Pero la inestabilidad a la que estuvo expuesta Roma desde finales del s. II se hizo, sin embargo, sentir cuando, a finales del s. III, un recinto amurallado, con torres y una puerta bien protegida, se implanta sobre el área central de la antigua ciudad, en relación con el destacamento militar de la Cohorte I Hercúlea en Lixus, siguiendo la política de Diocleciano que estableció la frontera de la Tingitana a la altura del Loukkos.
La actividad de la ciudad se mantendrá, no obstante, hasta el s. VI d.C.
Una ciudad islámica
Según los textos árabes -Al-Bakri (m. en 1094), el Kitab al-istibsar (s. XII) o el texto de Ibn Al-Mun’im (s. XIII)-, existía una ciudad amurallada llamada Tuchummich junto al río, que la investigación arqueológica y numismática no ha dudado en asimilar a Lixus. En efecto, en el barrio monumental, frente a los probables templos anti-guos, las primeras excavaciones pusieron
al descubierto una mezquita, parte de una residencia grande con patio, alguna cisterna y un abundante material arqueológico, no siempre bien conservado y estudiado antes de las excavaciones deTarradell.
Los trabajos recientes indican, a través de las cerámicas, que el periodo comprendido entre los ss. XII y XV, entre los almohades y los meriníes, contó con una ocupación continuada del lugar que no conserva, sin embargo, características de una verdadera ciudad. La presencia humana es menos densa, o desconocida, en otros momentos de la Edad Media.
No hay que olvidar que en esta etapa histórica las conexiones portuarias de Lixus empeoraron porque la progradación deltaica del Loukkos fue convirtiendo la antigua laguna en un lodazal, causa decisivadel traslado de la población a Larache.
Anfiteatro LixusDESCRIPCIÓN DE LOS MONUMENTOS
El barrio industrial pesquero
Situado en la parte baja del yacimiento, al lado del supuesto puerto, adoptó el aspecto que hoy vemos a partir del reinado de Juba II y siguió funcionando hasta principios del siglo VI d.C., con sucesivas reformas. Consta de, al menos, diez unidades, con salas de despiece de la pesca, cisternas de agua dulce y 150 piletas impermeabilizadas para la elaboración de salazones, sobre todo entre los meses de mayo y julio, cuando los bancos de atunes y otras especies migratorias recorren las costas atlánticas de Marruecos en sus desplazamientos hacia el Mediterráneo, para regresar en septiembre u octubre hacia el golfo de Guinea. Esta industria necesitaba una gran cantidad de sal que se obtenía aquí a partir del agua de mar. El complejo salazonero de Lixus, el más famoso de todo Marruecos, podía producir hasta un millón de litros de derivados de la pesca por campaña, destacando los preparados a base de atún por encima del garum, que es una mezcla de sal con sangre, hígados, huevas e intestinos de pescado, aromatizada con hierbas, famosa en Gades (Cádiz) y muy cotizada en la Antigüedad. La selección más sabrosa de estos productos se dejaba macerar durante años en las mismas ánforas comerciales en que se distribuía por todo el mundo, cuyos talleres todavía no han sido descubiertos en Lixus.
El anfiteatro
Un anfiteatro es un monumento romano con una pista central elíptica rodeada de gradas destinada a espectáculos como luchas de gladiadores, desfiles triunfales y exhibiciones de animales exóticos. Esta dotación es excepcional en la antigua Mauritania, donde no se conocen con certeza más ejemplos que el de Lixus. Construido, después de las termas adyacentes, en una fecha discutida por los especialistas fue abandonado antes del s. V d.C., a juzgar por el ajuar de una tumba descubierta sobre sus ruinas.
El de Lixus es un anfiteatro, no excavado en su totalidad, peculiar por su trazado casi circular y por tener, originalmente, menos gradas en su mitad sur que en su parte norte. Algunas piedras de las primeras filas del graderío presentan letras latinas incisas y el muro de la arena mostraba pinturas con escenas de carreras de carros de competición que, sin embargo, son propias de los circos romanos.
Las termas del anfiteatro
Ubicadas justo al sur del anfiteatro -que las corta-, son unos baños públicos típicamente romanos que se componen de un acceso donde está el vestuario (apodyterium), una sala fría (frigidarium)
con dos piscinas y un espacio central con pavimento de mosaico (10,40 x 6,10 m), decorado con motivos geométricos y florales con un medallón que representaba el dios Océano, actualmente arrancado. Las salas calientes (tepidarium, caldarium, laconicum) estaban decoradas con frescos murales, conservándose parte del horno (praefurnium) que enviaban aire caliente al subsuelo y paredes de las mismas.El barrio residencial de la cima occidental
Ofrece un panorama muy rico relativo, principalmente, a dos etapas de la vida de la ciudad. En los niveles más bajos se aprecian muros de dos estructuras rectangulares, con puertas seguidas de escalones, fechadas en el s. I a.C., a través de la mayor de las cuales se puede salir hacia el río y observar un paramento llamado “helenístico” por el tamaño y regularidad de sus sillares, fechado en el s. I a.C., que pudo alcanzar una altura de 5 m y fue decisivo para la identificación
de Lixus. El panorama sobre la desembocadura del río es en este punto de una belleza impresionante.
El otro edificio, menos monumental, indica la continuación hacia el norte de este barrio de época mauritana. Al norte y al sur de este conjunto se conservan casas con peristilo de época romana avanzada, como prueban sus mosaicos, conservados en el Museo de Tetuán. Son domus que destacan por su amplitud y riqueza, sobre todo la conocida como de Marte y Rea Silvia dado el tema de uno de sus mosaicos, con termas privadas y ornamentación mural con categoría artística.
Siguiendo hacia el norte la línea de la muralla romana, se descubren, adosados a la misma, otros edificios romanos todavía pendientes de estudio, hasta llegar, en la parte oriental del perímetro, a una monumental puerta de dos vanos, con estancias para el cuerpo de guardia, por la que Lixus comunica con la vía litoral.
Junto a la laguna, se encuentra la villa romana llamada de las Tres Gracias por el tema de su principal mosaico.El barrio monumental de la plataforma noroccidental
Se trata de un complejo de edificios públicos antiguos que pertenecen, al menos, a dos conjuntos, uno orientado norte-sur en el que se repiten amplias estructuras semicirculares, y otro orientado hacia el este, con unidades rectangulares sobre podios orientadas hacia el este, publicados por M. Ponsich quien denominó cada una de las construcciones con una letra (A -O).
De norte a sur se ven, principalmente, las estructuras siguientes:
El edificio H: es una amplia exedra semicircular porticada, con un entrante rectangular en el
eje central y una estructura cuadrada, de función indeterminada, en el centro, que se abría sobre
un patio que hoy se ve mal por haber sido cortado por la muralla tardorrromana. Construido
durante el s. I a.C., este edificio debe ser relacionado con otros de sus proximidades.
Las termas J: de carácter público, con apodyterium, frigidarium con una piscina relativamente
grande, tepidarium y caldarium, fueron construidas sobre niveles datados en la época de Juba II (25 a.C.-23 d.C.) si bien presentan el aspecto con el que llegaron s. III d.C., tras sucesivas
reconstrucciones.
El edificio E: es un corredor en forma de L, de 40 m de longitud y 6 m de anchura, con la parte más larga orientada de este a oeste y la otra de norte a sur. Presenta una alineación de bases de columnas que sustentaban un posible porticado. El muro oeste acaba en un par de pequeños nichos semicirculares. El muro norte, mejor conservado, está articulado en dos exedras, la primera semicircular y la secunda rectangular.
Construido en el s. I a.C., este pasillo ciñe un sector, aun no excavado, habiendo podido tener un uso administrativo o cultural, además de estructural.
El edificio C: es una construcción de planta rectangular (12,70 x 10,50 m) sobre podio, accesible por su flanco este a través de una escalinata monumental que conduce a dos grandes puertas de 4,20 m de anchura, como revelan dos umbrales de sillares monolíticos. El podio de opus quadratum se ve bien en la fachada meridional que es la que mejor se conserva y destaca por la regularidad de los bloque que lo componen así como por su perfecta disposición en hiladas horizontales. La función religiosa o civil de ese edificio todavía está abierta a debate.
El edificio F: al oeste del anterior, constituye un amplio conjunto urbanístico (44 por 31,50 m en su sector central) resultado de distintas fases constructivas datadas entre las épocas mauritana y romana. La gran exedra semicircular se abre sobre un espacio a cielo abierto con porticado a lo largo de sus flancos norte, este y oeste, del que quedan indicios de 34 columnas con la superficie estucada, en el centro del cual se encuentra una estructura con la pared meridional ligeramente curva, todo ello sobre una cisterna precedente de grandes proporciones. Pavimentos de morteros con trozos de cerámica (cocciopesto) o bien de conglomerado con trozos de mármol blanco, denotan la calidad de los acabados que han podido ser documentados. Por el oeste una serie de atrios columnados y habitaciones rectangulares comunican con el criptopórtico que delimita la fachada occidental del conjunto.
Conjunto F del barrio monumental, según Ponsich
Edificio O: situado en el ángulo sudoeste, se conoce también como cámaras Montalbán por el nombre de su primer excavador, al que siguieron Tarradell y, actualmente, el equipo marroquí y español que estudia las primeras fases de Lixus desde 1995.
En este sector, que no conserva hoy todos los niveles romanos, se ha podido observar la secuencia arquitectónica desde el s. VIII a.C. hasta la época julio-claudia, con sucesivas obras de aterrazamiento para corregir la pendiente de la ladera. Las primeras fases constructivas contienen muros muy potentes que deben corresponder a edificios públicos, tal vez a un almacén comercial, ya que presentan naves alargadas con eventuales subdivisiones, según la tradición oriental de los depósitos de mercancías. Pero hacia el 50 a.C. tales construcciones se convierten en estancias
En este sector, que no conserva hoy todos los niveles romanos, se ha podido observar la secuencia arquitectónica desde el s. VIII a.C. hasta la época julio-claudia, con sucesivas obras de aterrazamiento para corregir la pendiente de la ladera. Las primeras fases constructivas contienen muros muy potentes que deben corresponder a edificios públicos, tal vez a un almacén comercial, ya que presentan naves alargadas con eventuales subdivisiones, según la tradición oriental de los depósitos de mercancías. Pero hacia el 50 a.C. tales construcciones se convierten en estancias
subterráneas del conjunto monumental al que pertenece el edificio F.
La plataforma superior de Lixus, uno de cuyos límites coincide con el edificio O, aloja edificios públicos muy distintos de los que se encuentran en la ladera.
La estratigrafía recientemente estudiada confirma el gran proyecto de época de Juba II así como la violenta destrucción de la parte monumental de Lixus al final del Reino de Mauritania Occidental, susceptible de ser relacionada con las revueltas citadas por los autores antiguos motivadas por la inclusión del reino en el sistema provincial romano.
الطريق إلى ليكسوس
بقلم الخمالي بدرالدين
يكفي
فقط أن نعود إلى هناك، كي ترتج علينا مشاعرنا، كي تهتز معارفنا ومسلماتنا،
كي تتساقط أوراق الخريف عن كل إيديولوجياتنا التاريخية، كي نعود إلى نقطة
الصفر في مقاربة إشكالاتنا المعرفية للتاريخ المغربي القديم.يكفي فقط أن نقف أمام أطلال مسرح ليكسوس الشامخ لكي نعلم علم اليقين أن تاريخنا الحضاري معتدى عليه بقسوة. ويكفي أن نتجول في حي المعابد لنتعلم الشيء الكثير عن عمقنا الروحي. ويكفي أن نلحظ قطع الخزف الكثيرة المتناثرة بالموقع لنعلم مدى الإهمال الذي يعاني منه الحقل الاركيولوجي المغربي. ولنعلم كيف دخل موقع ليكسوس عصر الظلمات، حتى أننا لا نكاد نجد بالرغم من كل المعالم الأثرية التي يحفل بها الموقع أي إشارات عنها أو لوحات تعريفية لها.
ويكفي أن نعلم بان أهم نقيشة بونية عثر عليها بموقع ليكسوس يحتفظ بها اليوم بمتحف اللوفر بباريس، بعد أن عثر عليها المستكشف الاستعماري هنري بواسون دو لامارتينيير، الذي كان مكلفا من قبل البعثة الفرنسية بطنجة ما بين 1882 و1889 بالقيام بالأبحاث الاركيولوجية بموقع ليكسوس الأثري، بالإضافة الى موقع وليلي للعثور على الآثار والبقايا الفنيقية والرومانية والبيزنطية بالمنطقة. كما أن عدد من الفسيفساءات الشهيرة التي عثر عليها بالموقع تم نقلها الى متاحف الرباط وتطوان.
ويكفي أن نطلع على عدد المؤلفات المغربية التي تتناول بالدراسة والبحث موقع ليكسوس الأثري حتى نعلم أن الجهد المبذول لا يكفي أبدا ولا يسد الثغرة الكبيرة التي يعاني منها حقل البحث الاركيولوجي المغربي. وأن النادر من الدراسات الجدية التي تناولت موضوع ليكسوس قد صدرت بلغات أجنبية إما بالفرنسية أو بالاسبانية أو الانجليزية بفضل اهتمام مراكز البحث الأجنبية بمواقعنا الأثرية.، مما يصعب على القارئ غير المختص أن يتكبد عناء متابعتها. وهذا يعني أن قطاعا واسعا من القراء، إن لم نقل المثقفين المغاربة، يجهلون تماما ما جد في هذا المجال، بل يجهلون تماما تاريخ ليكسوس وموقعها الجغرافي ولم يسبق لهم أن قاموا بزيارتها.
إلا إنه بالرغم من ذلك، لابد أن أشير في النهاية إلى بعض بؤر الضوء التي تبرز بين الحين والأخر بفضل جهود بعض الباحثين المغاربة، والتي تعمل على النبش الحثيث والخلاق في ذاكرتنا الجمعية وإعادة البريق إلى الحفريات وربطها بسؤال التاريخ والهوية الروحية.
وهناك، أيضا، الدراسة التي قام بها الأستاذ عبد العزيز الخياري بمشاركة كل من فيرونيك بوركي رودي والأستاذ لشخاخ عبد الفتاح تحت عنوان "أبنية ليكسوس الدينية – موريطانيا الطنجية" والمنشورة بمجلة "لأبنية الدينية" الصادرة عن المركز الوطني للبحث العلمي بفرنسا سنة 2008، والتي تضمنت الدراسات التي تم عرضها خلال الملتقى الدولي التاسع للتاريخ والاركيولوجيا بشمال افريقيا القديمة والوسيطة بين 19 و25 فبراير 2005. وغيرها من الدراسات لم يتسنى لنا ذكرها هنا في هذا المقام.
وأخيرا، هناك الكتيب السياحي الصغير الحجم والذي أعده كل من الأستاذ عبد العزيز الخياري والأستاذ عمار اكراز تحت عنوان "لكسوس حدائق التفاح الذهبي"، والذي يجمع تعريفات مختصرة ومفيدة عن الموقع الأثري وعمليات التنقيب به، وتعريف لأهم معالمه. وقد تم إعداده في إطار مشروع البرمجة المندمجة الذي يدعمه الاتحاد الأوربي.
كما نجد تعريفا مقتضبا للموقع في المطبوع المتعلق بمشروع إحداث خلية للتدبير التشاركي للتراث الثقافي بمدينة العرائش بالفرنسية، والذي أصدرته جمعية المبادرة للتنمية الثقافية وتأهيل التراث بإقليم العرائش بالشراكة مع وزارة الثقافة.
إلا أن الواقع المزري الذي يقبع فيه الموقع، مقارنة مع موقع شالة مثلا أو موقع وليلي، يجعلنا نطالب مرة أخرى وزارة الثقافة والمعهد الوطني للآثار ببذل الجهود من أجل الحفاظ على الموقع وفرض إشعاعه وطنيا ودوليا وإشراك جميع الفاعلين المهتمين بمجال الدراسات التاريخية على المستوى الأكاديمي والمجتمع المدني في تدبير الشأن التراثي، وتكريس الحفاظ عليه، كأحد قيم المواطنة الحقة والوعي الحضاري بالذات والهوية بما يليق بموقع ليكسوس كتراث عالمي للإنسانية.
هوامش
1- (Lixus : historia de la ciudad, guía de las ruinas y de la sección de Lixus del Museo Arqueológico de Tetuán, 1959. )
2- «Lixus: cité légendaire entre dans l'histoire» Archéologia, n. 4. Mai-Juin. p. 23-27.
3-
Lixus: le quartier des temples, Publications du Service des Antiquités du Maroc, Etudes et Travaux d'Archéologie Marocaine, 1. IX, Rabat, 1981.
4-
AOMAR AKERR.AZ, ABDELAZIZ EL KHAYARI, Prospections archéologiques dans la région de Lixus. Résultats préliminaires, Africa romana, 13, 1998, p.1645-1668.
5-
Les édifices religieux de Lixus (Maurétanie Tingitane) / Véronique Brouquier-Reddé, Abdelaziz El Khayari, Abdelfattah Ichkhakh. — [11 p.]
Lieux de cultes : aires votives, temples, églises, mosquées /
— Paris : CNRS Éditions, DL 2008
6- لكسوس حدائق التفاح الذهبي . عبد العزيز الخياري و عمار اكراز
Houssam, precioso relato acompañado de vistas, en verdad muy bueno.
RépondreSupprimerUn abrazo,
El Jalifa
Me parece algo aventurado datar a Lixus antes que a Cádiz únicamente por datos de ciertas fuentes.
RépondreSupprimerMuy afectuosamente,
Jesús María Serrano
Hola.
RépondreSupprimerMi padre estuvo en Larache alrededor del año 1954 haciendo el servicio militar en el cuartel de artilleria 31.
Me gustaría poder obsequiarle con alguna foto de la época. Me ha hablado de la plaza España, los zocos, el cuartel, el rio Lucus en el camino a Ceuta, el polvorín donde hacían guardias....
Gracias.
jobies@hotmail.com
Excelente entrada amigo. Al visitar Lixus me sorprendió lo relativamente bien conservada que estaba, pero me pesó la falta de dinero para seguir con buenas excavaciones que sigan revelando el pasado, un pasado muy unido al de la orilla norte del Mediterráneo, con Roma concretamente, como todos lo pueblo mediterráneos. Una segunda civilización, la islámica desde el siglo VII se suma a la riqueza cultural del Mare Nostrum latino. Espero volver pronto a Marruecos y ver Tamuda en Tetuán y, sobre todo, Volubilis en Meknés.
RépondreSupprimerSaludos.
buena presentacion y enorme trabajo pero falta unos detalles no se si por la rara de informaciones.mis preguntas son las siguientes:
RépondreSupprimer1-que son los otros monmentos y piezas de bronce?(con detalles)
2-en que museos podemos encontrar todos los monumentos de la zona?(museos de marruecos)
gracias por vuestras informaciones y vuestros esfuerzos.
saludos