El dragón del Lucus

La barra de Larache.

Unos cuantos metros de arena nada mas, pero la bastante para que Larache, puerto natural del Gharb, salida lógica de los productos de esta zona feliz, sea a casablanca lo que un barrio extremo a una población de importancia.

Larache peina su paisaje, blanquea su sonrisa, acicala sus palmeras del paseo de circunvalación, abre avenida, tiene pretensiones de gran cuidad. Todos sus esfuerzos son vanos. Es un puerto en el que no pueden entrar los barcos. Es un puerto que se comunica por los caminos de la tierra, en vez de hacerlo por los caminos del mar.
Para inutilizar sus esfuerzos, ahí está la barra. El mito antiguo del dragón que guardaba las manzanas de oro de las hespérides se ha metamorfoseado, se ha convertido en arena; pero al guardar la bahía es tan seguro custodiador de la cuidad como antes lo fuera del jardín.

Bello mito el de esta cuidad morisca, que la incorpora a Grecia, cruzando el estrecho barrera occidental del mundo antiguo.
Aquí situaron los griegos las hespérides; de esta tierra de larache hizo un apólogo Plinio, que dio vuelta a todas las fronteras y fue glosado en las Hélade y en el Lacio.
Cuando juan caso con jupiter, Gea le dio en dote un magnifico presente.
En las orillas lejanísimas del Lucus, sobre una colina de difícil acceso, había una arboleda cuyas ramas espesas ponían en el sol franjas de sombra.
Formaban un labirinto los laureles.
Florecían los mirtos y los lotos.
Y los manzanos que plantaron les hijas de Hipiro daban el fruto de sus pomas de oro.

Custodiaba ej jardín un monstruo de cien cabezas. Cuando rugia a un tiempo con su cien bocas no se oía gemir al viento ni alborotar al mar.
El dragón no permitía que nadie se aproximara al jardín.
Continúa el apólogo de Plinio refiriendo las luchas entre Anteo y Hércules; la muerte de aquél y la del dragón que guardaba las manzanas de oro.
Bella leyenda mediterránea que encendió las fantasías griegas. Y las fantasías punas.
Jardín de manzanas de oro sin dragón, Orillas atlánticas del Lucus que orientaron las quillas de las naves fenicias.
Sueno antiguo de héroes, de dioses y de titanes, glosado por Plinio y por silax.

Aquí estuvo el jardín de las hespérides; aquí estuvo el dragón, y los dos mitos han revevido, se han hecho reales, aun que hayan cambiado de forma.
El Oro de las manzanas griegas esta en toda la rica tierra del Gharb, en los naranjos y en los granados innumerables, en el bajalato Ksari, en el Jolot, en el tilig y en Es Sahel, en el suelo feraz del occidente.
Y el dragon es la barra del Lucus, impidiendo que nadie entre a buscar esas riquezas, impidiendo también que las riquezaz salgan.

Las barras se forman en la entrada de las rías o en los estuarios de los ríos y son debidas a la acumulación de lodos, arenas, sedimentos o piedras por efecto de la dinámica de las olas y la interacción de las mareas con estas. Las hay navegables y otras que no lo son, las hay fijas y mobiles, estas ultimas bastante mas peligrosas ya que su conocimiento sobre la carta de navegación es mas problematico.
En bajamar son especialmente peligrosas y se debe tener en cuenta no solo el calado disponible sino las circunstancias climáticas y el efecto que el oleaje pueda tener sobre la variación de calados del buque. Normalmente se deben pasar tanto de entrada como de salida con un cierto margen de seguridad llevando un buen régimen de maquinas para gobernar sin problemas, sobre todo con la mar de popa. Tanto en buques grandes como pequeños, atravesarlas, representa uno de los momentos delicados de la navegación y se debe obrar con toda la prudencia necesaria caso de circunstancias climáticas desfavorables. El pequeño vapor Quetzal, que en la foto se ve atravesando la peligrosa barra de Larache en pleno Atlantico, fue construido en 1.897 y estaba registrado en la flota de M.Diaz según las listas oficiales de buques de principios de siglo. Después de la Gran Guerra ya no aparece en estas y prácticamente no he podido encontrar ninguna información en la bibliografía consultada.
Su matricula era de Tetuan, su distintivo era JDUM y su eslora entre perpendiculares era de 29,66 metros, la manga de 4,16 y el puntal de 2,07. El registro bruto de 83 toneladas y el neto de 46. Respecto a la carga máxima y al desplazamiento ni siquiera se dan en las mencionadas listas. La maquina tenia una potencia de 85 caballos nominales.