La plaza de Cuatro Caminos

La plaza de Cuatro Caminos adoptó el nombre de 20 de agosto en 1964, donde se ubicaba la Delegación de Hacienda, Juzgados, Obras Públicas, Servicio de Arquitectura (finales 40); y más allá, la casa de los húngaros Yankovitch.

 

Mas alejada destacaba la mole de la Fca. de Harinas y su silo, que administró José Mª Bengoa, una de las paradas obligatorias de la guagua y la Bilbaina, hacia Intendencia, Artillería y Cría Caballar.
Y el “estadio” de Sta. Bárbara que construyó el comandante Unceta, que tronaba los domingos cuando el Larache CF militaba en 3ª División Nacional; y “El pueblo español”, espacio de preciosas construcciones representativas de las distintas regiones de España, que ocuparon los militares que quedaron hasta 1960 hasta abandonar definitivamente Marruecos, donde destacaban la barraca valenciana y el hórreo asturiano sobre sus pilares y, enel centro, una fuente rodeada de columnas y asientos de piedra (todo obra de Unceta a principios de los 20) protegido por una verja de hierro sobre un muro con dos puertas de entrada. Seguía Cría Caballar (1918), fincas varias de naranjos y otros frutos importados por los agricultores valencianos, murcianos y andaluces y, más adentro, la Gaba, pletórica de pinos, eucaliptos, encinas, chaparros y el legendario árbol santo, árbol grande, majestuoso, espléndido, bellísimo, por su peculiar configuración y su tamaño, cuya antigüedad en “centenares de años” nadie acertaba a contabilizar, el más viejo quizás de toda la región del Lucus, ejemplar al que atribuían leyendas inverosímiles y donde las madres al fin encintas, de las kábilas cercanas, colgaban prendas, abalorios y artículos varios en cumplimiento de promesas convertidas en feliz fertilidad.
Mas lejos, El Hostal, y el poblado de Auámara, y el vivero de las plantaciones de “mimosas”, donde cada primero de mayo la Unión Española reunía todo el pueblo en fiestas y concursos de Paellas y de Siesta.Cerca, el primer aeropuerto de Marruecos que estableció vuelos regulares entre Sevilla y Larache con aparatos de una y dos alas en 1920 se establece la línea aérea postal entre Sevilla y Larache y, en 1921, la primera comercial española Sevilla-Larache.